Marcelo Suárez De Luna

(Buenos Aires, 1964), su obra es prueba de la alta calidad y proyección en la sensibilidad colectiva que puede tener la poesía nacida en los blogs. Bajo el título general de Poesía Imperfecta se ha revelado en su blog La Menor Idea como una de las voces poéticas más originales y sinceras del siglo XXI cuando éste se escribe en español. Marcelo es además un escritor versátil, que lo mismo cultiva la narración policiaca que la reflexión metaliteraria e intertextual. Poderoso lector de Borges, utiliza heterónimos como Pedro Menárdez y Francis Oliverio Recúpero para decirse en el río, tan protagónico como honesto, de su literatura. (María García Esperón)

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Un balance necesario

jueves, 30 de diciembre de 2010


Termina el 2.010 y me encuentro balanceando entre lo bueno y lo malo, lo lindo y lo feo. Lo breve. Lo profundo. Lo fútil. Y noto que en este año me he elevado hasta tocar el cielo con las manos, pero también casi me he roto la crisma en los vaivenes de la vida. En cambio, en otros momentos el ascenso y el descenso fueron más cortos, previsibles y planificados.
Muchas veces sentí que me moví en círculos, sin avanzar, girando en falso y sin obtener ninguna recompensa. Otras me pareció que el suelo se me abría como si fuera una trampa de arenas movedizas que además no me dejaban ver el futuro, llenándome los ojos de lágrimas.
Conseguí ascender trabajosamente, escalón por escalón, para luego descender desde lo más alto, y al final de mi vertiginosa caída sólo pude beber agua porque otra cosa no tenía. En el final quise escaparme corriendo y me golpeé durísimo, y un ave -símbolo de paz- se me acercó en procura de auxilio y me tranquilizó.


Todo esto me sucedió en 2.010 y este es mi balance. Tal vez el año próximo no debiera prepararlo en una plaza, porque a pesar de ser un señor grande, me siguen gustando tanto pero tanto los juegos infantiles, que me roban todas las metáforas.

Tango al revés

domingo, 5 de diciembre de 2010

Ella lo vio muy triste y derrumbado
En el oscuro del viejo cabaret
Ahora él cobra veinte por la copa
¡Pensar que antes brillaba en Chantecler!

Es que otra mina lo engrupió una noche
Solo y en banda, sin casorio lo dejó
¡A él que era lindo, lindo como el cielo!
Y no esta ruina famélica de amor

Ella lo vio planchando y un whiscardo
Para apagar tristezas, de bute solventó.
Y él le contaba de esa pilcha que con garbo
Alianza en mano, frente al cura imaginó

Es ley de juego que en el reservado
La mina garpe el cariño y el dolor
Y sin embargo hoy ha sido el alquilado
Quien sus pesares con la naifa desahogó.