Esperaba el subte. Ningún ruido percibía de ese mundo subterráneo. Apenas el sonido apagado de los trenes invisibles. A través de mis auriculares escuchaba “Aquarelle”, mientras observaba a la gente en la estación. La música no me permitía entender lo que hablaban. Me parecía estar viendo una película, y la composición de Aubry era la banda sonora. Parecía un drama. Muchos pasajeros jugando con sus teléfonos. Ninguna conversación. Todos esperando que el viaje acabe. Una madre sujeta a su hijo cuando pasa un chico vendiendo estampitas. El chico me dice algo. Sin escucharlo y mecánicamente le digo que no. Salgo a la calle, sólo me rodean siluetas sin voz, autómatas que parecen haber perdido el control de su creador. Ya llego a la puerta de casa. Pongo la llave que tampoco hace ruido. Me veo en el espejo del ascensor. Digo algo que no escucho. Frente a mí tengo un autómata cuya cara me recuerda a alguien. Ya estoy en casa, la película debe terminar. Me quito los auriculares y, por un segundo, ningún ruido, ningún sonido por mínimo que sea es registrado en mis oídos. Me pongo los auriculares otra vez. Escucho Aquarelle. Respiro.
Contenido
Aquarelle
Publicado por
María García Esperón
domingo, 26 de julio de 2015
Esperaba el subte. Ningún ruido percibía de ese mundo subterráneo. Apenas el sonido apagado de los trenes invisibles. A través de mis auriculares escuchaba “Aquarelle”, mientras observaba a la gente en la estación. La música no me permitía entender lo que hablaban. Me parecía estar viendo una película, y la composición de Aubry era la banda sonora. Parecía un drama. Muchos pasajeros jugando con sus teléfonos. Ninguna conversación. Todos esperando que el viaje acabe. Una madre sujeta a su hijo cuando pasa un chico vendiendo estampitas. El chico me dice algo. Sin escucharlo y mecánicamente le digo que no. Salgo a la calle, sólo me rodean siluetas sin voz, autómatas que parecen haber perdido el control de su creador. Ya llego a la puerta de casa. Pongo la llave que tampoco hace ruido. Me veo en el espejo del ascensor. Digo algo que no escucho. Frente a mí tengo un autómata cuya cara me recuerda a alguien. Ya estoy en casa, la película debe terminar. Me quito los auriculares y, por un segundo, ningún ruido, ningún sonido por mínimo que sea es registrado en mis oídos. Me pongo los auriculares otra vez. Escucho Aquarelle. Respiro.
"B" no love
Publicado por
María García Esperón
miércoles, 22 de julio de 2015
Más que una peli en blanco y negro
Un libro raro
Un actor de reparto
Un futbolista invisible
y necesario
Es el lado B del vinilo
A veces sobreviviente
de un éxito fugaz
Es un amor escondido
Que no pasa la primera prueba
Y no desespera
si no parece amor.
(C) Marcelo Suárez De Luna
Poesía imperfecta